El tutor idea, el que respeta | Actividad de reflexión y análisis nº 18

Hoy casi me da un derrame cerebral en clase debido a un libro adaptado de El Lazarillo de Tormes. Y quería hablar de eso, porque aparte de ser amable, empático y tal, un profesor, ante todo, debe tratar a sus alumnos con respeto, con educación, y sin tratarles como seres inferiores. Y me diréis: pero Álvaro, ¿esto que tiene que ver con el libro adaptado de El Lazarillo? PUES MUCHO. PUES TODO, en realidad.

El libro en cuestión es de una editorial que no voy a nombrar, pero cuyo nombre empieza por «Vicens» y acaba por «vives». Lo estoy hojeando y me paro en el tratado cuarto, que en su versión original dice así:

Hube de buscar el cuarto, y éste fue un fraile de la Merced, que las mujercillas que digo me encaminaron, al cual ellas le llamaban pariente: gran enemigo del coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera, amicísimo de negocios seglares y visitar, tanto que pienso que rompía él más zapatos que todo el convento. Éste me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida, mas no me duraron ocho días, ni yo pude con su trote durar más. Y por esto y por otras cosillas que no digo, salí dél.

Y ya está, es todo. La parte más breve del ya de por sí breve libro. Pues bien, al llegar a la parte que dice: Éste me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida, mas no me duraron ocho días, ni yo pude con su trote durar más, ponen una nota al pie y dicen, con dos bemoles, algo así como: Lazarillo antes no tenía zapatos (en mi mente sonaba tal que así: Lizirilli intis ni tiníi zipitis). Madre del amor hermoso.

Una persona seria, que respeta a sus alumnos y que les enfrenta a la verdad les diría, llegados a esta parte algo así como: 

- Lazarillo aquí nos está contando que el fraile lo violó, por eso este capítulo es tan corto y por eso dice al final que no quiere hablar más. Por eso salió por patas de esa casa. No es posible una doble lectura porque hasta le gente analfabeta de la época entendía que cuando se hablaba de zapatos o se hacían símiles con calzado se estaba hablando de sexo. Esta parte es muy importante porque explica varias cosas: que el libro tuviese que ser anónimo, que fuese perseguido por la censura y que estuviese siglos en las listas de libros prohibidos por la Inquisición.

A mi entender, esto es tratar con respeto intelectual a tus alumnos. Exponerles una verdad que duele y una verdad que es muy transcendental para entender el bagaje histórico de este texto, y no meter una mentira para aflojar las sensibilidades, porque así estamos menospreciando a nuestros alumnos y, además, los estamos manipulando (y no me deslenguo por si acaso).

Zapatos nuevos... ¿pero quién se acuerda diez años después de que su profesor le explicó que el Lazarillo tuvo zapatos nuevos? Exactamente ceromil cerocientas personas. Nadie va a respetar la Literatura (que no es que ande muy bien de salud social) si nos dedicamos a decir chorradas sobre ella. Tenemos que hacer respetar lo que damos, pero también tenemos que respetar a quien se lo ofrecemos, a los alumnos. Hay que tratarlos como las personas inteligentes que son, por favor. Y que piensen, y que reflexionen, y que entiendan la transcendencia de los contenidos. 

Madre mía, que no tenía zapatos dicen...